Fabricantes brasileños de jeringas y agujas advirtieron que el programa de vacunación del país contra el coronavirus corre peligro, ya que en las licitaciones el gobierno fijó precios demasiado bajos que no captaron interés suficiente de los proveedores de jeringas.
El Ministerio de Salud quiso comprar 331 millones de jeringas en una subasta electrónica el martes, pero adquirió sólo 8 millones, o el 2,5% de su objetivo, luego de que estableció precios de referencia por debajo de las ofertas de las empresas.
Eso significa que Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro le ha restado importancia a la crisis y que ya está rezagado con respecto a sus vecinos Chile y Argentina, corre el riesgo de no tener suficientes jeringas para administrar vacunas.
Brasil no ha aprobado aún una vacuna y no hay una fecha clara para comenzar una campaña de inoculaciones.
“Los precios de referencia establecidos por el gobierno no tienen relación con la realidad que viven las empresas de jeringas”, afirmó Paulo Henrique Fraccaro, líder de la Asociación Brasileña de Industrias de Medicina, Odontología, Hospital y Laboratorio (ABIMO).
Dado que Sao Paulo, el estado más rico, ya compró 50 millones de jeringas y planea comprar 50 millones más, todo el país necesitaría unos 320 millones de jeringas que costarían como máximo 120 millones de reales (230 millones de dólares), dijo Fraccaro.
La perspectiva de quedarse sin jeringas podría causar pánico en el país o llevar a importaciones más costosas, agregó.
REUTERS