BUENOS AIRES, 17 dic (Reuters) - Gustavo Delgado camina todos los días desde su casa en La Boca, un barrio de la ciudad de Buenos Aires, hasta un comedor comunitario de la zona para buscar la única comida que podrá comer con su familia.
La empresa de limpieza de oficinas para la que trabajaba este hombre de 52 años se declaró en quiebra tras meses de cierre por la pandemia del COVID-19, y no ha logrado conseguir otro empleo. Delgado, que vive en una pequeña casa con su esposa y una nieta, lleva tres meses de retraso en el pago del alquiler.
(La empresa) “nos obligó a varios compañeros a renunciar”, explica tomando mate, la clásica infusión argentina. “Hemos tenido que agarrar la miseria que la empresa nos dio para poder sustentarnos por unos pocos días”.
La pobreza, según la Universidad Católica Argentina (UCA), aumentó en el tercer trimestre al 44,2% de los argentinos desde el 40,8% que registraba el país un año antes. El jueves el ente nacional de estadísticas (INDEC) dará a conocer la tasa de desempleo del período julio-septiembre.
“Gran parte de este incremento se explica como consecuencia y efectos de la pandemia y las medidas con las que buscaron contenerlas”, sostuvo Juan Ignacio Bonfiglio, investigador del Observatorio Social de la Deuda Argentina, de la UCA.
Según la encuesta mensual entre analistas y economistas que realiza el banco central, la economía se contraerá este año 10,9% y registrará un rebote de 4,8% en 2021. Por otro lado, la tasa de inflación se aceleró en los últimos meses y los analistas esperan que los precios suban un 50% en 2021 desde un aumento del 38,2% este año.
“Tenemos mayores niveles de inflación registrados y probablemente esto sea una tendencia que se profundice o se mantenga en los próximos meses y esto también podría llegar a generar un impacto”, agregó Bonfiglio.